Para la consecución de esos objetivos, hay que definir una estrategia coherente de Captación, Retención y Conversión de visitas. Tras definir a qué público o públicos concretos te diriges, habría que planificar trabajos para esas tres etapas.
Captación, Retención y Conversión de visitas.
Los trabajos necesarios en cada una de estas fases son diferentes, pero van integrados entre sí, yendo desde el diseño y programación de la web, la optimización de la experiencia de usuario hasta la creación de una estrategia de posicionamiento en buscadores y el estudio de la conveniencia de hacer alguna campaña de anuncios.
Las estrategias concretas irán siempre en función del público al que queramos llegar (segmentando, como mínimo, por edades y localización).
1.- Captación. Atrayendo público a la web.
Para captar clientes a la web, utilizamos principalmente los buscadores (en el caso de España, Google) optimizando la estructura y el contenido de la web para salir mejor posicionado en los mismos (estudio de palabras clave de búsqueda y su inclusión en la web, programación de la web también orientada a buscadores, creación de contenido de manera periódica…).
Otras posibilidades irían desde la realización de campañas de anuncios en buscadores o en redes sociales así como el estudio de la posible presencia activa en las mismas. Esto último es sólo recomendable si se disponen de recursos para mantenerlo.
No hay que olvidar que otra manera importante para captar visitas es la de la recomendación. Esta vía está íntimamente ligada al siguiente punto. Si la experiencia de uso de la web es buena, será más fácil que el usuario se acuerde de la web y que la recomiende a otros usuarios.
2.- Retención. Haciendo su estancia agradable y útil.
El segundo aspecto, bajo el nombre de retención, cubre todo lo necesario para que el usuario que visite la web se encuentre a gusto. En este punto se tienen en cuenta aspectos técnicos y de experiencia de uso (tiempo de carga, interfaz de uso fácil, encuentra lo que busca, descubre algo nuevo, se entretenga….)
Al final, queremos que quien llegue a la web, independientemente del tiempo que pase en ella, tenga ganas de volver, la recomiende, se lleve una buena impresión del producto o servicio que se enseña y de la empresa que lo vende y, en los casos que así proceda, se convierta en cliente.
3.- Conversión. Ya que pasa por aquí, ¿por qué no se lleva algo?
El último paso, dirigido a una parte específica de todo el tráfico que llega a la web, será el de convertir la visita en una acción (comprar un producto, llamar o escribir un mensaje, concertar una entrevista/demo, solicitar presupuesto ….)
En este punto se desarrollan diseños y experiencias de uso dirigidas al resultado concreto que se persiga.